Por Juan Tomás Valenzuela
Asi mismo como el viento
va arrastrando la humareda,
también el Toque de Queda
va a ir arrastrando cimientos,
escorias, sucio, fragmentos
de una claque chantajista,
que a más de ser arribista
y adeptos a la ambición,
usaron la corrupción
de manera oportunista.
Son muchos los “honorables”
que analizando esta escena
dan un voto de condena
(como bien lo ha dado Amable)
a la conducta execrable
del presidente Medina,
del penco, de las bocinas
que hablan pupú por la Z,
de la vice, la Toleta
y la vieja parlanchina.
Arrastrando por los suelos
su ya escasa dignidad,
vilipendian la verdad
cómo Alvarito y Consuelo,
gente que no tiene un pelo
de respeto ni moral.
Que apoyan lo que está mal
cuando a ellos le conviene,
y cuando les contraviene,
se mudan al otro lar.
No son pocos los “piratas”
que cambian de embarcación,
cuando ya, una corrupcion
que no engaña ni a La Tata,
está quebrándo la mata
en la que ellos anidaron.
Y si algunos se quedaron
atrincheraos en el nido,
no es por amor al ungido,
es que otros los despreciaron.
Ahora escupen al ungido
como bagazo de caña
y llevan sus malas mañas
donde no son bienvenidos.
Si alguno de estos “creídos”
cree que vendrá donde Luis,
a replantar la raíz
que regaban con el Penco,
que se busquen otro elenco,
que éste no come perdíz.
Juan de los Palotes
6 Mayo 2020